Los alimentos altos en azúcar, poseen grandes cantidades de calorías y son bajos en nutrientes. Estas calorías o densidad energética son de rápida absorción, lo que significa que generan altos en niveles de glucemia que luego vuelven a bajar, ocasionando esta necesidad por volver a consumir algo dulce.
Por lo tanto, la manera en que proporcionamos este tipo de alimentos a nosotros mismos y a nuestros pequeños es algo muy relevante en su salud y en sus vidas. Y es por eso que hoy te queremos brindar algunos tips para tratar de limitar este consumo con alternativas más saludables y que también puedan disfrutar.
Primero que todo, lo importante es no expresarlo como una prohibición de alimentos, pues puede ocasionar que después no pueda controlar ese impulso por comer algo dulce. Lo ideal es generar instancias donde puedas disfrutar de postres y bocadillos, pero estableciendo horarios específicos, como después de almuerzo, y no a la cena para que no se activen cuando ya sea hora de dormir.
Otro punto a destacar es el abordar la ingesta de agua como algo primordial y que la prefieran por sobre bebidas o jugos azucarados sintéticos, podemos también promover el gusto por jugos naturales sin endulzantes extra. Pero que el agua siempre esté presente en todas sus comidas, así desde pequeños se les hará costumbre preferirla.
Si consumirán postres que contengan chocolate u otros ingredientes no naturales, tratar de que sean preparaciones caseras y no industriales. De esta manera podemos modificar las recetas regulando la cantidad de azúcar o endulzante natural. Y también esto nos permite ocultar frutas y/o verduras dentro de las preparaciones, permitiendo que en sus momentos para golosear sigan recibiendo los nutrientes que necesitas.
Y, por último, pero no menos importante, enseñarles la importancia de las comidas, que el desayuno sea una instancia que no se salten, pues es muy importante consumir los nutrientes y la energía necesaria para comenzar el día. Que esta comida sea en base a fruta, cereales [avena o frutos secos], y si incluimos leche o yogurt, que estos sean naturales y sin azúcar de manera que puedan mezclarse con alguna fruta y conseguir un sabor más natural y saludable.
Esperamos te sean de ayuda estos tips simples de concretar e incorporar en nuestra rutina diaria y la de los chicos, la constancia lo hará costumbre y la salud de sus pequeños y la suya se los agradecerá.